Día de la Implementación: 16-Mayo-2013
Experiencia de Aprendizaje:
- Aprendizaje Esperado Específico: emplear los números para identificar y contar elementos de la realidad.
- Descripción de la Experiencia: Para comenzar la experiencia se presenta en el pizarrón una chinita de cartulina, la cual en su caparazón tiene pegado velcro blanco que indica la cantidad de lunares que posee, invitando a los niños a observarla y se les plantea el desafío de saber cuántos lunares debería tener la chinita que se entregará por cada dos niños/as. Luego de haber entregado el material se realizan preguntas por pareja, mediando la experiencia. Cuando los párvulos hayan resuelto el desafío se les invita a buscar los lunares exactos que posee la chinita, los cuales se encuentra en un recipiente al final de la sala. Para finalizar la experiencia se realiza una ronda de preguntas con respecto a la actividad, tales como, ¿Cómo pudieron ayudar a la chinita? ¿Cómo supiste cuantos lunares tenia la chinita? ¿Cuántos lunares constantes?
Análisis crítico
Se enseña para
que los párvulos puedan establecer relaciones lógico-matemáticas y de
causalidad; utilizando el número como
cuantificador (conteo e identificador), para
que logren la aplicación de procedimientos en la resolución de problemas
que pudiesen presentarse en su vida cotidiana.
Se enseña que
los niños y niñas cuenten en un contexto significativo, siguiendo una secuencia
numérica, reconociendo que el último número contado, corresponde a la cantidad
de lunares. Además se enseña a través de la utilización de la didáctica de las
matemáticas como resolución de problemas, el cual, es coherente con dos de
nuestros pilares pedagógicos que son el Modelo Didáctico Operativo y el
Aprendizaje significativo.
Se enseño por
medio de una chinita que en su caparazón tenían pegado velcros, los cuales
indicaba la cantidad de lunares que debía tener
esta (con 15 o 17 velcros), los que se ubicaban de manera desordenada
dentro del caparazón, desafiando a los niños y niñas a contar de manera más compleja,
también se utilizaron círculos negros con velcros que representaban los
lunares, donde los niños y niñas debían coger la cantidad exacta de lunares que
debería tener la chinita. De igual modo se realizo una ronda de preguntas con
respecto a la actividad, finalizando de esta manera la experiencia.
Cabe
mencionar, que en relación evaluación,
los criterios de las escala de apreciación eran coherentes y pertinentes con el
aprendizaje esperado, pues apuntaban de forma clara al aprendizaje, al igual
que las categorías de valorización de la escala.
El ambiente de
aula careció de distractores durante la experiencia, ya que se organizo y
modifico previamente, además la
organización de los niños y niñas fue
ordenada y tranquila, ya que esta se realizo en pareja, para que existiera un
trabajo cooperativo entre los niños/as, favoreciendo el clima de aula, por
parte de los párvulos como de los adultos en el trabajo de aula, ya que, con
ellos existía una coordinación de trabajo colaborativo, organizándose por
mesas. Las preguntas claves realizadas,
como forma de mediación durante toda la
experiencia fueron coherentes y pertinentes al aprendizaje y al niño como
protagonista de su propio aprendizaje, el cual,
a través de la reflexión puede dar respuestas a las interrogantes. Con
respecto a diversidad se respeta los múltiples procedimientos que utilizan los
párvulos para contar.
Conclusiones
La experiencia
realizada se efectúo con el objetivo de potenciar el aprendizaje seleccionado,
presentándoles a los párvulos un desafío mayor para resolver, en comparación al
de la segunda experiencia implementada al nivel, en la cual, no era de gran
dificultad para los párvulos, subestimamos la cantidad que podrían contar los
niños y niñas, y solo se trabajo el número 4, 7, y 9, pues habíamos relacionado la experiencia
con el trabajo del cuadernillo de método clásico que utilizan de matemáticas, en el cual
estaban trabajando el número 3 y la información comentada por la educadora.
Es así como,
la experiencia implementada se llevo a cabo con éxito, ya que, existió una
relación del aprendizaje con el diagnostico realizado a los niños/as, además de
una participación y motivación evidente de los niños/as durante todo el
desarrollo de la experiencia, además el
trabajo en equipo entre el personal educativo, fue coordinado, armónico y
colaborativo, pues se logro comentar la planificación con la educadora de sala,
antes de la aplicación de la experiencia, lo cual, fue enriquecedor al momento
de la implementación. Cabe destacar, que
la mediación con los niños y niñas fue constante durante toda la experiencia,
por parte de todas las agentes educativas en sala, siendo coherente con nuestro
rol mediador como agentes educativas.
Cabe
mencionar, que adquirimos un mayor manejo del grupo de niños y niñas,
facilitando el desarrollo de la experiencia educativa y la mediación, mejorando
así nuestro trabajo docente en sala. Se
puede concluir que gracias a esta experiencia los niños y niñas, se potenciaron
en relación a este aprendizaje, pues se les dio por primera vez la posibilidad
de trabajar con números tan altos (número 15 y 17), ya que, al momento de la
implementación de esta experiencia, los
párvulos se encontraban trabajando el número 6 en el cuadernillo de
matemáticas, a pesar de que los niños y niñas eran capaces de trabajar con
números mayores.
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